24 de enero de 2010

Comprende a tu gato a través del lenguaje corporal



1
Cuando un gato tiene los ojos bien abiertos quiere decir que siente curiosidad por algo o que está contento, aunque si las pupilas están dilatadas podría indicar una preparación para un ataque.

2
Si cuando está solo y acostado o mientras está siendo acariciado por alguna persona, mantiene los ojos entrecerrados, significa que está relajado.

3
El maullido también es una forma de hacerse entender. El gato es capaz de maullar de diferentes maneras, tonos, volumen, intensidad y duración. Deberás prestar atención a estas diferencias para entender qué significan.

4
Cuando un gato sacude la cola, indica descontento. Si la cola está totalmente erguida y recta pero con la punta hacia un lado, significa que algo le interesó. Si está totalmente recta, indica que está feliz. Si la lleva a un nivel bajo, cercano al piso, es señal de que su actitud es sumisa.

5
Cuando un gato refriega su costado o su cara contra una persona o contra algún lugar u objeto, es porque está marcando su territorio. Si lo hace contra una persona, pero utilizando su hocico en primer lugar, indicará una demostración de afecto.

6
En cuanto a sus bigotes, si está enojado, los llevará más cerca de su cara y los mantendrá inmóviles.

7
La posición de las orejas también tiene un significado. Si se encuentran rectas y las mueve ante diferentes sonidos, significa que está alegre. Si están hacia atrás podría estar asustado y a la defensiva. Si las coloca rectas y en ángulo hacia los costados, estará listo para agredir, sobre todo cuando además, maulla.

8
El ronroneo es normalmente una señal de que está a gusto, aunque los gatos también suelen ronronear cuando sufren algún dolor. Es importante saber diferenciarlos.
Importante
Cada gato es único, por lo tanto, si quieres entenderlo, deberás observar y relacionar todas sus actitudes en las distintas situaciones cotidianas.
Existen razas que utilizan más o menos el lenguaje vocal. Los persas se caracterizan por casi no emitir sonidos, en cambio los siameses poseen un maullido repetitivo y agudo, muchas veces confundido con un llanto de bebé.

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